Vie. Abr 26th, 2024

EL SEÑUELO DE LOS INCREMENTOS AL SALARIO MÍNIMO.

Nov 29, 2021

Hasta el final de la década de los 60 el incremento al salario mínimo se revisaba cada dos años, dentro del salario mínimo hay muchas clasificaciones que marcan diferencias importantes entre el salario general y un salario mínimo, de una actividad clasificada, aunque por parte del sector patronal es un renglón que no se cumple en la generalidad, el caso es que al inicio del sexenio del presidente Luis Echeverría Álvarez, en el año de 1971, se determinó que el incremento a los salarios mínimos, se habría de revisar e incrementar cada año, los trabajadores se frotaban las manos, pues un cambio de incremento de cada dos años, a cada año, habría de reflejar importantes mejoras para las familias, incluso esa era la intención del populista gobierno de Echeverría Álvarez, sin embargo los planes de los sectores productivos y de servicios, eran totalmente distintos, jamás se percibió ningún mejoramiento en la economía de las familias y los incrementos y revisiones anuales de los salarios mínimos, solamente garantizaban un mínimo equilibrio entre salario y precios de los productos, que siempre rebasaban cualquier posibilidad de justicia laboral y las buenas intenciones del presidente Luis Echeverría se diluyeron, en los planes de los dueños del poder económico.

Algo muy parecido a venido a ocurrir para la actual administración presidencial, que planificó un incremento nunca antes tenido, que alimentaba grandes expectativas de mejoramiento, para los sufridos sectores de trabajadores con salario mínimo, muy poco duró el gusto de que el nuevo salario, sustancialmente incrementado, alcanzaba para obtener una mejor canasta básica, pero otra vez las ambiciones desmedidas de las grandes tiendas de servicio, con el pretexto de la pandemia, las bajas ventas y los aumentos de precio de los artículos que venden, han llegado a niveles desmedidos de incremento en sus artículos, colocando a los artículos de la canasta básica, en condición de casi inalcanzables, el aceite, el frijol, el arroz, la legumbres, la fruta y no se diga la carne de res, de puerco, de pollo, todo eso tiene precios, casi inalcanzables, si antes las familias se daban el lujo de comer carne dos veces a la semana, eso en algunos cuantos casos, hoy apenas un día a la semana si bien les va, o cada quince días cuando mucho, se pueden dar el lujo de comer carne, eso si muchos funcionarios del gobierno Federal, siguen hablando de lo que fueron buenas intenciones de mejorar la economía familiar, pero ha ocurrido lo de siempre, esos incrementos siguen favoreciendo y beneficiando solamente, a los acaparadores de la comercialización de los alimentos.

A propósito de tantos mitos que vivimos en la actualidad, los Griegos junto con los Romanos, aún cuando la mitología Romana es una copia total de la Griega, aportaron muchas leyendas que contienen grandes enseñanzas, con aplicaciones muy diferentes a los contenidos originales, pero ahí están, para recordarnos alguna vez, cuando cometemos algún error por una decisión mal tomada, un retumbar en los oídos, repitiendo te lo dije, el laberinto que el Rey Minos encargó construir a Dédalo, tuvo un final lamentable, la obra realizada por Dédalo era imposible de encontrar una salida, Dédalo había preparado una salida espectacular, una vez concluido su trabajo, en el que había involucrado a su hijo Ícaro, esa salida se realizaría por el aíre, Dédalo construiría unas alas, cuyas plumas serían pegadas con cera, el vuelo emocionó tanto a Ícaro que pensó en volar hacia el Sol, sin reparar en que el calor derretiría la cera y desbarataría, como ocurrió, las alas provocando la precipitación de Ícaro y su muerte, otro pasaje de la mitología Griega, muy interesante por cierto y que ha dado lugar a una recomendación especial, para que no nos dejemos llevar por escenarios llamativos, que no nos dejarán buenos resultados, en la Odisea que narra las peripecias del héroe de la Guerra de Troya Ulises, cuando viajaba de regreso a su tierra Ítaca, al aproximarse su barca al promontorio de las Sirenas, seres terroríficos, con cuerpo de aves y garras de acero, con sus cantos enloquecían a los marinos, que perdían el control de sus naves, las que se estrellaban contra las rocas y las sirenas destrozaban a los marinos, de ahí proviene el dicho, no escuches el canto de las sirenas, que refiere una advertencia para no dejarse llevar por falsos elogios, que solamente llevan el interés de sacar provecho personal, costumbre muy arraigada entre los grandes inversionistas, que solamente ven y van, por sus beneficios personales. Así como va.

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