En el marco de la LXI Semana de Ciencias, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) ha destacado el papel pionero de San Luis Potosí en la exploración botánica a lo largo de su historia. El doctor Juan Antonio Reyes Agüero, biólogo e investigador del Instituto de Investigación de Zonas Desérticas (IIZD), presentó la ponencia titulada “Los 197 años de la exploración botánica en San Luis Potosí”, como parte de las actividades del evento.
Durante su exposición en el auditorio de la Facultad de Ciencias, el doctor Reyes Agüero resaltó la labor de diversos botánicos, tanto locales como extranjeros, que contribuyeron al estudio de la flora potosina desde los siglos XIX y XX. Entre ellos, mencionó figuras como Isidro Palacios, Gregorio Berroeta y Guillermo Schaffner, cuyos trabajos han dejado un legado invaluable para la comprensión de la riqueza botánica del estado.
Isidro Palacios, el segundo farmacéutico graduado en 1884, publicó los primeros trabajos florísticos sobre San Luis Potosí, sentando las bases para futuras investigaciones en el campo de la botánica. Por su parte, Gregorio Berroeta, uno de los primeros profesores en llevar a sus alumnos a recolectar especímenes, contribuyó significativamente al estudio de la flora local.
El legado de estos pioneros se ha preservado en colecciones históricas como la del Herbario Isidro Palacios, que cuenta con 477 especímenes recolectados por Guillermo Schaffner, el primer botánico extranjero en establecerse en San Luis Potosí. Este valioso acervo representa una importante fuente de información para los investigadores y estudiosos del ámbito botánico.
La destacada trayectoria de San Luis Potosí en el campo de la exploración botánica se ve respaldada por su excepcional escenario ecológico, caracterizado por su orientación este-oeste, que le confiere una diversidad comparable a la de todo el país, desde Tijuana hasta Chiapas.
Este recorrido por la historia de la exploración botánica en San Luis Potosí refleja el compromiso y la pasión de los investigadores por conocer y preservar la riqueza natural de la región, sentando las bases para futuras generaciones de científicos y estudiosos del campo botánico.
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