Existen diferentes barreras que experimentan las mujeres, de tal manera que incluso aquellas que pueden accesar a la educación y llegar a estudiar un posgrado o tener un empleo en investigación, muchas veces no logran escalar a los niveles más altos de reconocimiento a ocupar puestos de toma de decisiones.
No diría que se han roto (los llamados techos de cristal, metáfora que ejemplifica la existencia de barreras que bloquean a las mujeres), porque hay pocas mujeres que están accesando a esos puestos jerárquicos de mayor nivel.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en el Instituto Potosino de investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) se llevó a cabo la Mesa de Diálogo “Científicas Rompiendo Techos de Cristal en San Luis Potosí”, en esta actividad participaron destacadas científicas que hablaron sobre sus experiencias en su trayectoria como investigadoras. Esta actividad fue organizada por el Comité para la Igualdad de Género, coordinado por la Dra. Nguyen Esmeralda López Lozano, quien además es investigadora por México en la División de Ciencias Ambientales.
En la mesa de diálogo tomaron parte las Dras. Elizabeth Huber-Saanwald, Jefa de la División de Ciencias Ambientales del IPICYT, Lina Raquel Riego Ruiz, Secretaria Académica del IPICYT, Diana Patricia Portales Pérez, Investigadora de la facultad de Ciencias Químicas de la UASLP y Mildred Quintana Ruiz, quien es profesora e investigadora del Centro de investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la UASLP. Ellas hablaron sobre los retos que han tenido que librar y las estrategias que han empleado para desarrollarse en el ámbito científico y tecnológico.
En entrevista la Dra. Nguyen López, habló sobre la motivación de esta mesa de diálogo: “El 11 de febrero es la Conmemoración Internacional del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, evento que se instauró en el 2015 por la ONU, para promover el acceso a las mujeres y niñas a la ciencia y empoderamiento que esto implica. Este año se hace especial énfasis en la relevancia de lograr la Igualdad de Género en la ciencia y en cualquier ámbito, para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible para el año 2030. En este sentido indicó, el IPICYT está organizando este evento en el que una de las mayores interrogantes es: ¿Por qué las mujeres no están avanzando en el ámbito científico hasta obtener los niveles más altos de reconocimiento y ocupar puestos de liderazgo? Lo que queremos es tener una conciencia clara de cómo el sistema científico mexicano está limitando a las mujeres, para entonces sí, realizar acciones bien dirigidas que permitan el avance de las mujeres dentro de este sistema”.
Más adelante la investigadora precisó que para poder actuar, primero hay que saber qué está ocurriendo, ya que existen diferentes barreras que experimentan las mujeres, de tal manera que incluso aquellas que pueden accesar a la educación y llegar a estudiar un posgrado o tener un empleo en investigación, muchas veces no logran escalar a los niveles jerárquicos más altos.
La Dra. Nguyen destacó la importancia de esta plática, ya que da a conocer lo que han vivido investigadoras que han logrado una trayectoria importante en el ámbito científico, como investigadoras y como académicas. “Primero una experta activista en estos ámbitos, la Doctora Nadia Martínez, investigadora de la División de Geociencias Aplicadas, nos habló sobre los conceptos de “techos de cristal y pisos pegajosos” que experimentan las mujeres mexicanas en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), posteriormente en la mesa de diálogo oímos las experiencias de mujeres que han desarrollado carreras “exitosas” dentro de la estructura del sistema científico en México, porque han alcanzado el nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), han tenido reconocimientos a su trabajo a través de premios o actualmente ocupan puestos de liderazgo como jefa de División o la Secretaría Académica. En este último caso, por primera vez en la historia del IPICYT ese puesto es ocupado por una mujer”.
Ellas, continúa la Dra. López, nos relataron sus experiencias, las dificultades que han tenido y cómo es que ahora se visualizan a futuro. “De las cosas más interesantes, es que ellas se visualizan transfiriendo sus conocimientos, no solo a sus propios estudiantes de posgrado, si no llevándolo hacia otros sectores que también lo necesitan, como las juventudes e infancias que están apenas formando su pensamiento crítico y científico, herramientas necesarias para el desarrollo pleno de cualquier persona”.
Cuestionada sobre el acceso de las investigadoras a espacios laborales más destacados, la Dra. Nguyen indicó que: “apenas se están empujando las barreras para expandir nuestros espacios, no diría que se han roto (los llamados techos de cristal, metáfora que ejemplifica la existencia de barreras que bloquean a las mujeres), porque hay pocas mujeres que están accesando a esos puestos jerárquicos de mayor nivel. Lo que me gustó de esta mesa es que se evidenció como este sistema de jerarquías agrava las desigualdades, ya que se considera que si estás en el puesto máximo eres una persona “exitosa” cuando no necesariamente es así, tal vez simplemente tuviste las condiciones para accesar a ello. Por ejemplo, por prejuicio de género se considera que las mujeres, por obligación, deben ser las principales cuidadoras de los hijos, de adultos mayores o personas con discapacidad, incluso se les carga la planificación y organización de la vida diaria y el hogar. Estas responsabilidades conllevan una inversión de tiempo y energía enorme que las mujeres no pueden invertir en su desarrollo profesional. Y eso no se visualiza, esos prejuicios no desaparecen con los grados académicos, siguen allí”.
¿Cómo los han roto? ¿Cómo lo han logrado?, se le cuestiona a la investigadora y responde: “Las participantes de la mesa nos comentaban que, a través de redes de apoyo, haber tenido referentes de otras mujeres, así como tener la conciencia de que existen necesidades que se tienen que cubrir no solo por ellas. Ahora se está pugnando mucho por la corresponsabilidad, es decir, que las diferentes responsabilidades sean compartidas. A lo mejor no necesariamente por una pareja, pero si por la sociedad o con formas de apoyo social, mientras esas sobrecargas que tenemos las mujeres existan, las paredes o techos de cristal permanecerán.
– Es decir, ¿Todavía hay trabajo por hacer?
Por supuesto, contesta la Dra. López, veíamos los datos de que mundialmente el 28% de las personas que se dedican a la investigación son mujeres, entonces en ese sentido, falta mucho para llegar a la paridad de género. En México no es distinto, hay estadísticas de que en México pocas mujeres alcanzan el nivel 3 en el SNI y ni se diga de llegar al nivel emérito. Ya comienza a haber una paridad en el número de estudiantes a nivel licenciatura o posgrado, pero si vemos en la ocupación de plazas de investigación o mayores, ahí es donde sigue habiendo mucha disparidad. Sin duda, en los últimos años, el acceso a la educación para las mujeres es cada vez mayor. Sin embargo, en México sigue siendo muy sesgado el tipo de carreras que las mujeres estudian. Si nosotros hiciéramos estadísticas en nuestros posgrados cuantificando la representación de las mujeres en Nanociencias y Materiales Avanzados, así como en Control y Sistemas Dinámicos, veremos que la población de mujeres es menor. En cambio, en las Ciencias Ambientales y Biología Molecular hay incluso más presencia de mujeres. Esto es una muestra de que siguen habiendo prejuicios sociales que dictan a lo que las mujeres deben dedicarse. Sin duda, el instituto debe emprender acciones para que las mujeres tengan acceso hacia las áreas donde siguen estando poco representadas. Esto es, en parte, una de las múltiples tareas del comité para la Igualdad de Género del IPICYT que represento. Dijo para finalizar la Dra. Nguyen López.
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