Este domingo 21 de abril se celebra el Día Nacional de la Educadora, y el Sistema Educativo (SEER), a través del Poder Ejecutivo del Estado, ha querido rendir homenaje a aquellas personas que desempeñan una labor fundamental en el desarrollo de todos los niños y niñas potosinos. En los primeros años de la infancia, es donde se descubren las características e individualidades de cada persona, y las educadoras juegan un papel esencial en este proceso.
La maestra Adriana Haro, con 20 años de servicio en el nivel preescolar, comparte su historia sobre por qué decidió convertirse en educadora. Desde los ocho años de edad, se enamoró de la profesión docente, a pesar de que en algún momento consideró estudiar otras carreras profesionales. Su vocación la llevó por el camino de la educación.
«Quería un trabajo en el que nunca me aburriera, y en preescolar puedo comunicar, diseñar y enseñar a los niños y niñas. Cuando ves que están tan contentos y desarrollando habilidades, te dan ganas de seguir innovando», expresó la maestra Haro.
Hablando sobre los retos de trabajar con niños tan pequeños, destacó la importancia de trabajar en la igualdad y la inclusión. Para ella, esto no es solo parte del trabajo, sino un estilo de vida que se aprende día a día. Comenzando su carrera en 2003, tuvo la experiencia de trabajar en un jardín de niños donde había niños con condiciones que caían dentro de la neurodiversidad y el autismo, una experiencia que fue todo un reto en aquel entonces.
La maestra Haro envió un mensaje a quienes están considerando estudiar la licenciatura en preescolar, recomendando amar la profesión, ser dedicados en cada clase y tratar con respeto a los alumnos y alumnas. Destacó que, en muchos casos, se aprende más de los niños y niñas que de la escuela misma.
Este reconocimiento y celebración del Día Nacional de la Educadora es de interés público y está completamente ajeno a cualquier interés particular o político.
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