“La prueba de Papanicolaou, también conocida como “Pap” o citología vaginal, es muy importante porque permite detectar células anormales en el cuello uterino que podrían causar cáncer cervical y esto podría ser la diferencia entre la vida y la muerte, pues de ser detectado a tiempo el cáncer puede ser tratado”, informó la Dra. Elisa Vázquez Govea, Directora del Hospital del Niño y la Mujer “Alberto López Hermosa”.
La funcionaria estatal detalló el procedimiento que se sigue para realizar la prueba y advirtió que aunque la prueba de Papanicolaou detecta cambios celulares provocados por el Virus del Papiloma Humano, al dar positivo a la prueba, la paciente debe someterse a otra serie de estudios:
“Durante una prueba de Papanicolaou el médico o la enfermera introduce un espéculo de metal o de plástico en la vagina, este instrumento se abre para separar las paredes de la vagina y así poder llegar al cuello uterino, a continuación, utilizan el instrumento para tomar muestras, una espátula o un cepillo muy pequeños, con el que suavemente recogen células del cuello uterino. Las células se envían a un laboratorio para analizarlas”.
“La prueba de Papanicolaou tarda apenas unos minutos. No es dolorosa, pero tal vez sientas algo de molestia o presión cuando el médico o enfermero abre el espéculo una vez introducido en la vagina. También es posible que sientas un leve raspado cuando recogen células del cuello uterino”.
Por último, la Directora del Hospital del Niño y la Mujer “Alberto López Hermosa”, aconsejó a la población femenina que acuda a realizarse las pruebas de Papanicolaou de manera regular a partir de los 21 años de edad, siempre teniendo presente que la frecuencia con la que deberán hacerse la prueba dependerá de su edad, su historia clínica y los resultados de la última prueba de Papanicolaou o del VPH.