Integrantes del Grupo Universitario del Agua (GUA) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) han expresado su preocupación por la utilización inadecuada del agua que se desfoga de la presa San José. Según los expertos, el área de La Tinaja, ubicada en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, carece de las características naturales necesarias para el almacenamiento seguro de agua superficial.
El GUA explicó que el escurrimiento de agua hacia La Tinaja pasaría por zonas urbanas, donde se contaminaría con sustancias emergentes como microplásticos y compuestos orgánicos. Esto no solo limitaría su uso para abastecimiento de la población, sino que también haría peligroso su filtrado al subsuelo debido a la contaminación.
Un especialista de la Facultad de Ingeniería de la UASLP explicó: «El agua de San José llega a un punto en Soledad, donde eventualmente se almacena de forma natural, formando lagunas. Parte de esta agua se infiltra, pero debido a la presencia de contaminantes históricos en la zona, su uso como agua potable sería limitado».
Desde el Instituto de Geología de la UASLP se señaló que La Tinaja es en parte un relleno granular del valle, lo que significa que se formarían pequeñas zonas inundadas, con parte del agua evaporándose y otra infiltrándose en la zona saturada somera. Esto hace que el área no sea adecuada para establecer un sistema de captación y almacenamiento de agua superficial.
Además, se mencionó que unos kilómetros al noreste de La Tinaja, cerca de La Joya Honda, se formó una laguna en una estructura circular después de un desfogue, que solo duró unos días debido a la rápida infiltración del agua, la cual contenía varios contaminantes.
El GUA recomendó que en ambientes urbanos, lo ideal es captar el agua superficial antes de que pase por áreas urbanas, para almacenarla o favorecer la infiltración artificial. Esto podría lograrse mediante «Soluciones Basadas en la Naturaleza», implementadas en la Sierra de San Miguelito para reducir la velocidad del escurrimiento superficial y promover la infiltración. Estas medidas, junto con el control de escurrimientos en zonas urbanas, podrían reducir las inundaciones.
Los investigadores subrayaron que San Luis Potosí, como muchas otras ciudades, no está preparada para manejar grandes volúmenes de agua en poco tiempo, lo que aumenta el riesgo de inundaciones en áreas bajas y saturadas. Propusieron la creación de sistemas de captación modernos y planes de acción que involucren a las autoridades y a las empresas inmobiliarias, estableciendo porcentajes de terreno destinados a la vegetación y la captación de agua antes de cualquier desarrollo urbano.
El Grupo Universitario del Agua destacó que, durante la temporada de lluvias, el riesgo de inundaciones es alto y, en la época de sequía, la ciudad enfrentará una escasez de agua superficial y problemas de calidad del agua subterránea, la cual ya presenta niveles preocupantes de contaminación.
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