EL ESPEJISMO DEL INCREMENTO AL SALARIO MÍNIMO.- Al inicio de la gestión populista del Presidente Luis Echeverría, a la entrada de la década de los 70, se realizó el cambio para la revisión del salario mínimo, que antes se realizaba cada dos años, se modificó a cada año, parecía esta la solución que resolvería la precariedad económica de los trabajadores, pero no fue así, a partir de ese cambio, se dio un fenómeno recurrente en la economía de la clase trabajadora, al igual que la revisión anual de los salarios mínimos, en el inicio de la década de los 70 se creo el INFONAVIT, casa para todos, por fin se iba a dejar de pagar renta, aunque las ofertas de vivienda para los trabajadores, reducían los espacios, que obligaban a modificar por igual las dimensiones de los muebles de línea blanca, y de las recámaras, así con esa reducción de espacios, en casas pequeñas sobre las que se hicieron muchas ocurrencias, que causaban risas, pero también llevaban a los trabajadores a abrir los ojos a la realidad, el incremento anual a los salarios mínimos, trajeron consigo, el incremento a los artículos básicos, lo que llevó a la pérdida del poder adquisitivo y la disminución de artículos en la despensa, en cuanto a las viviendas los créditos del INFONAVIT se convirtieron en los más caros, con tasas que variaban cada año, de acuerdo al incremento de los salarios mínimos, generando deudas impagables en los supuestos cortos plazos que se suponía otorgaba el organismo creado por el gobierno Federal, para beneficio de los trabajadores, en el primer año de su creación, el Instituto de la vivienda, canceló uno de los beneficios básicos, que consistía en que al undécimo año de ahorro, a los trabajadores se les iba a regresar lo ahorrado en el primer año, lo que no solo no se cumplió, sino que miles y miles de trabajadores que han fallecido, nunca se les devolvió lo ahorrado en 30, 40 o 50 años.
UNA MALDICIÓN QUE POR DESGRACIA SE CUMPLE.- La llegada de la Legislatura actual se esperaba rompiera con esa tradición, o como apuntaba antes la maldición, siempre se habla, desde hace años, que la legislatura entrante se espera que sea mejor, la misma entrada de los diputados de MORENA, incluidos los del PT y PES, abría muchas expectativas, pero no pasó mucho tiempo para que las mismas dieran al traste, el trabajo legislativo para muchos de ellos, la mayoría, se convirtió en un marcaje cerrado del trabajo de los demás, puntos de acuerdo constantes para emplazar a la Secretaría de Salud, la Fiscalía General, la SEGE, Comunicaciones y Transportes, son entre otros los temas que ocupan a los Legisladores, todavía resuenan en el recinto sede del poder Legislativo, las feroces diatribas del diputado Edgardo Hernández, enarbolando su honestidad y lanzando acusaciones a diestra y siniestra en contra del Gobierno y su compromiso de hacer de esta, la mejor Legislatura, lo cual de plano ya no le va a dar tiempo, de la bancada de MORENA, solo se salvan quizá tres diputadas, con el trabajo realizado y que pueden mejorar con un buen cierre en lo que resta de la gestión, la falla más grande de la bancada MORENISTA, se marcó en la supuesta diferencia que los distinguiría de los partidos señalados como corruptos, pero tanto las bancadas del PAN y del PRI, dieron muestra de capacidad en el manejo político, del PRD que decir, al final se quedó la diputada Isabel González que mantuvo un mas o menos, buen desempeño, del Verde ya se destacó el trabajo fallido de Edgardo Hernández y el de Cándido es todavía más oscuro y dudoso, sin la mínima cordura, no tiene empacho en mover las piezas del poder, para beneficiarse, brincándose incluso la ley, si bien es Huasteco, ¿Cómo es que las autoridades electorales, le aceptaron la residencia en el distrito XI, y al parecer ahora buscará la Alcaldía de Valles?, ¿Y la residencia? bien gracias.
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