Con frecuencia escuchamos decir que el PRD y el PRI van a desaparecer, el diputado Fernández Noroña ya aburre cada vez que sube a tribuna, a repetir que el 6 de Junio pasado los partidos mencionados iban a desaparecer, después de participar en las elecciones de 1988, con un partido al que por sus siglas, simplemente le decían del ferrocarril, el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, se hizo a un lado de cualquier protesta y aquel partido que lo abanderó, solamente estuvo en esa elección del 88, sin embargo ese partido surgido casi de la nada, hizo temblar a los demás partidos, y la gente se volcó en las urnas, para votar de forma abrumadora, de tal suerte que el ahora honesto Manuel Barttlet, se las arregló para tumbar el sistema y hacer que ganara Carlos Salinas, pero del proyecto que abanderó al Ingeniero Cárdenas Solorzano, surgió el PRD, los líderes más visibles, del nuevo partido eran el mismo Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, otro Ingeniero, Heberto Castillo y Porfirio Muñoz Ledo, lo que suele ocurrir con los partidos de la llamada izquierda, no tardo en manifestarse la presencia de las llamadas tribus, que ahora hacen de las suyas, en morena, que no se presenta cómo partido sino como movimiento, con la poca gente que le quedó al PRD el Instituto Político se mantiene en pie, salvó muy apenas el registro, pero sigue en la lucha.
Ahora que sostener de mi parte que ni el PRI, ni el PRD están en riesgo de desaparecer, lo considero a partir de que es la gente, no afiliada a partido alguno y no los partidos en si, lo que define resultados de las elecciones, durante muchos sexenios el PRI era el amo y señor de la elecciones, una torta y un refresco, eran suficientes para agradecer el voto, después vinieron las despensas, cuando subió el valor del voto y con ello el efectivo que se ofrece a los votantes y de esto, ningún partido político tiene la calidad moral, para convencer de que no recurren a ésta práctica, junto con una estrategia que a morena le dio buen resultado, acercarse lo más posible a la ciudadanía, adoctrinarla con los ideales personales, con tan buenos resultados que otros pésimos políticos desde ya, están poniendo en práctica ese sistema que de seguro les redituara dividendos favorables, si no pregúntenle al tekmol, los gastos excesivos fuera de campaña, al parecer no cuentan porque las endebles autoridades electorales CEEPAC e INE, que son los árbitros, quizá no consideran que quien tiene capacidad económica lleva mucha ventaja, con quienes no la tienen y esa ventaja se va a reflejar en las elecciones.
Con muy buen paso inicia la LXIII Legislatura, dando muestra de entrada, de una excelente disposición para tomar acuerdos, la integración de la primera directiva del Congreso para el primer y segundo periodos del primer año de gestión, habla muy bien de quienes integran la actual Legislatura, no se advierten actitudes prepotentes, si la anterior legislatura develó una placa por la paridad de género que la caracterizó, la actual legislatura tiene el mismo sello, pero además de entrada aprobar por unanimidad a la directiva para el primer año de gestión, dice mucho, hay gente de experiencia de la anterior legislatura y buena disposición de los que llegan, creo que podrán salir cosas muy buenas, aunque nunca faltan prietitos en el arroz, que no sea el caso, tampoco se espera que no vayan a darse situaciones de desencuentro, ni que la luna de miel que comenzó en los mejores términos, vaya a durar los tres años, si se advierte que los asuntos más importantes se van a ventilar con la mayor tersura posible.
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